La Sopa y la Eucaristia

La Sopa y la Eucaristia

De misión en la selva durante el almuerzo me preguntaron: ¿debemos de obligar a nuestros hijos a ir a Misa o debemos esperar a que les nazca?. Qué buena pregunta!!

– Depende de lo importante que sea la Misa para ustedes -les dije sonriendo- Si vuestro hijo no quiere estudiar ¿van a esperar a que le nazca o lo van a obligar porque es para su bien? O si su hijo no quiere tomar la sopa ¿van a esperar a que le nazca o lo van a obligar porque es para su bien?

– Lo obligamos a tomar la sopa hermano -contestaron

– ¿Y qué es más importante para ustedes? ¿la sopa o la Eucaristia?

Si estamos convencidos que algo es para el bien de nuestros hijos los obligamos a que lo hagan así no les guste, pues ellos aún no tienen la madurez para decidir por las cosas que son para su bien.

Para recibir la Santa Eucaristía necesitamos estar en «estado de gracia», es decir, habernos confesado y arrepentido de nuestros pecados. Comulgar nos ayuda a vivir reconciliados con Dios y con el prójimo, puesto que también para comulgar necesitamos estar reconciliados con los demás. No sólo eso, el cuerpo y la sangre de Cristo nos fortalecen y capacitan sobrenaturalmente para hacer su voluntad. La Eucaristía es lo más importante en la vida de un ser humano.

Pero cuidado!! Obligar a nuestros hijos a tomar la sopa sin que les guste puede llevarnos a vivir en conflicto con ellos. Obligarlos a ir a Misa sin que les guste puede llevarnos a vivir en conflicto con ellos. Por eso es necesario entender que la disciplina sin afecto, sin amor, sin cariño, lastima … hiere. Necesitamos tener equilibrio. Exigir por un lado y dar amor por otro. Pasar tiempo con ellos, jugando, conversando, haciéndoles cariño, paseando, etc será saludable para ellos y amortiguará el impacto de los momentos de disciplina. El equilibrio no los dañará, ellos entenderán que les exigimos por amor y soportarán hacer lo que no les gusta porque saben que es para su bien. Con el tiempo los hijos agradecen que hicimos bien en exigirles ciertas cosas que no les gustaba hacer.

Dice el evangelio : «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida» Jn 6,55. Es decir, es comida que sacia el alma, quien la consume ya no tiene vacíos, quien la consume no necesita llenarse de lujuria, codicia, alcohol, drogas, fama, etc. Nada sacia como la Santa Eucaristía. Quien consume el cuerpo y sangre de Cristo es feliz!!

Y para ti qué es lo más importante ¿La sopa o la Eucaristía?

Si no estamos convencidos de su importancia pues seguro no les vamos a exigir. No exigirles a muy pocos padres esto les ha dado resultado, la mayoría sigue esperando a que les nazca y ven con dolor como la vida de sus hijos se ha ido destruyendo poco a poco. Tienen profesión y cosas materiales pero el divorcio o algún vicio ha llegado a sus vidas. ¿Por qué? porque no construyeron «su casa sobre la roca» que es Cristo. Padres que le dieron de todo a sus hijos pero no le dieron a Cristo porque esperaron a que les nazca creer en él. Es un riesgo que cada padre corre, exigir o esperar.

Para mi la Eucaristía es lo más importante. Lo que mis hijos decidan de adultos es cosa de ellos, son libres. Solo espero que decidan seguir en este hermoso camino de Dios, pero si no deciden eso, al menos cumplí con mi labor de padre y rezaré por sus almas. Seguiré sembrando hasta donde pueda el amor de Dios en sus corazones. Amén!!

Si este artículo es de bendición para tu vida, compártelo.

Pepe

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